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   PANEL INFORMATIVO

Cuaresma tiempo de conversión y construcción Por: Rector R.P. Dr. Juan Pablo Zabala



Campus Achachicala

Estamos en un mes de conversión y construcción de nuestras vidas. La Cuaresma un tiempo para analizar nuestra vida y adentrarnos en nosotros mismos y hacer un campo en nuestro corazón para que Dios hable y actúe en nosotros como “hombres-fuente” de vida para los demás.
Hablaba San Alberto Magno que existían tres géneros de plenitudes: “la plenitud del vaso, que retiene y no da; la del canal, que da y no retiene, y la de la fuente, que crea, retiene y da”. Una verdad que nos puede ayudar a vivir este tiempo de la cuaresma en nuestra Universidad.
Porque hay muchos hombres-vaso. Gente que se dedican a almacenar virtudes o ciencia. Que leen todo, coleccionan títulos, saben cuánto puede saberse; pero creen terminada su tarea cuando han concluido su almacenamiento. Ni reparten sabiduría ni alegría. Tienen, pero no comparten. Retienen, pero no dan. Son magníficos, pero magníficamente estériles. Son simples servidores de su egoísmo.
Están los hombres-canal. La gente que se desgasta en palabras. Que se pasa la vida haciendo y haciendo cosas. Que nunca asimila lo que sabe. Que cuanto le entra de vital por los oídos se le va por la boca sin dejar nada adentro. Padecen la neurosis de la acción. Tienen que hacer muchas cosas y todas de prisa. Creen estar sirviendo a los demás, pero su servicio es, a veces, un modo de calmar sus propios deseos. Dan y no retienen. Y, después de dar, se sienten vacíos.
Más difícil, en cambio, encontrar hombres-fuente: personas que dan de lo que han hecho sustancia de su alma. Que reparten como las llamas del fuego, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia, porque recrean todo lo que viven y reparten todo cuanto han recreado. Construyen su vida dando sin vaciarse. Riegan sin decrecer. Ofrecen su agua sin quedarse secos. Cristo debió ser así. Él era la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna.
Y aquí se levanta la figura del Padre Esteban Bertolusso que fue un hombre-fuente, amante y defensor de la vida, del amor y del Resucitado, que hace 19 años creaba y daba vida a nuestra Universidad Salesiana de Bolivia.
Es así que este mes de marzo la familia salesiana celebra un año más de vida desde su Fundación y compartimos con ustedes tan importante evento que nos trae a la memoria y al corazón recuerdos, historias, vivencias, expresiones y fundamentalmente emociones y alegrías en una entrega y compromiso desinteresados y llenos de amor.


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