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Tercera jornada de reflexión en la USB Zaratti: El espíritu científico empieza por la duda



Que la ciencia esté ligada a la actividad académica, eso no se pone en duda; es más, en Bolivia el 90% de la investigación se realiza en las universidades, de manera que la pregunta que se hacen en las universidades y en este caso en la Universidad Salesiana es, cómo nos situamos en el campo de producir ciencia utilizando la tecnología.

Para el expositor, que este sábado 24 tuvo un auditorio de 200 personas, fue fácil llegar con lenguaje sencillo e irónico, que le sirvió para despejar dudas y seguridades entre la audiencia.
“El profesor no es solo quien lee el libro, porque ahora todos tienen acceso al conocimiento especialmente a través de la nueva tecnología, pero al mismo tiempo no puede existir una Universidad pedagógica, sino se debe tener distintas disciplinas que interactúen, lo que postula una interrelación constante, porque cuando trabajamos en conjunto, uno aprende del otro”, enfatizó el disertante, quien admitió que el investigar también debe admitir limitaciones, ya que cuando se trata de contratar docentes que también investiguen, el presupuesto no alcanza”.

Zaratti argumentó que se debe empezar quitando mitos sobre la ciencia y para ello es necesario leer bien el contexto, para posteriormente ver dónde insertarse. “Si el mundo ha cambiado y mucho es en la comunicación, no solo en los medios, sino en el transporte, lo que hace que estemos en estado de alerta por los riesgos que conlleva este crecimiento. Es que la ciencia y la tecnología han cambiado”, apuntó.

Argumento que el mundo de hoy tiene una mayor aceleración porque se tienen muchos más medios al alcance. “Antes era difícil divertirse y había que esperar el fin semana o la llegada del circo, antes se producía en la región y alcanzaba para todos, ahora ingresó la economía de gran escala y lo que se produce en una región puede tener alcance mundial”.

En este campo juega un papel importante la tecnología, porque nos ayuda a vivir mejor y cumple con la satisfacción de nuestras necesidades, ello implica que tenemos mayores grados de libertad. En este marco, la globalización permite cierta igualdad, porque un celular de última generación puede tenerlo un ejecutivo, como un obrero que pueda acceder al precio del producto. Citó el caso del consumo del chocolate solo para la nobleza francés, pero con la revolución, los productores que fueron a los países vecinos, ampliaron el horizonte de sus ventas y este producto pudo ser consumido por miles de personas ajenas a la nobleza.

El expositor pidió desterrar mitos como el creer que la ciencia es producto exclusivo de los genios, lo que hoy no es cierto porque la sociedad es la que ayuda a dar los saltos y avances; como al mismo tiempo, la ciencia no es solo un medio dedicado exclusivamente a la guerra, aunque lo fue en un tiempo. Los aportes de Newton y Copérnico, para citar un par de casos, no solo tuvieron una aplicación local, sino estas bases científicas favorecieron posteriormente a miles.

“A partir del siglo XIX las universidades adquirieron un rol importante, porque empezaron a crearse grupos de investigación, cuyas bases pasaron posteriormente a los alumnos; por lo tanto, hubo una explosión de la ciencia, cuya aplicación inmediata no se dejó esperar, aunque gran parte de este avance fue aplicado a la primera y segunda Guerra Mundial.

En los tiempos más recientes, la carrera espacial que recibió mensajes desalentadores y fue interpretada como gasto inútil, motivó el desarrollo de la computadora, para evitar el manejo de grandes estructuras.

“Hoy la investigación es más sofisticada, se focaliza en institutos especializados, con grupos multiespecializados, con equipos adecuados y mucho presupuesto”, enfatizó.

El investigador, docente y experto en física expresó su duda sobre la aseveración que señala: “el futuro de las universidades está en la investigación y en Bolivia el cuadro es más pesimista, por los pasos en falsos que se dieron, tal el caso de las computadoras Quipus, pese a que en el país solo se hacía el ensamblaje.

¿cuál entonces el camino? Reflexionó Zaratti para responder que Bolivia tiene un espacio para la investigación, porque tiene lugares naturales privilegiados, como lo fue en determinado momento Chacaltaya, cuyo estudio base tuvo mucho que ver en el estudio de la radiación solar, porque lego se demostró que la causa principal fue la ceniza de las quemas de las áreas naturales y no tanto el calentamiento global, lo que obliga a cambiar el sistema pernicioso de limpiar los terrenos para las cosechas.

”Tenemos un laboratorio natural que es el salar de Uyuni y otro de estos laboratorios es la biodiversidad del país. A estos laboratorios deben sumarse los saberes ancestrales, porque la gente del campo sin saber mucho de los avances tecnológicos aprendió a cubrirse de los efectos con sombreros y evitar el trabajo en horas don de la influencia del sol es mayor“, explicó.

Desmitificó el valor de las fuentes que consolidan muchas veces algunas teorías, porque no basta con decir, la fuente o que lo dijo Aristóteles o Santo Tomás. Se debe buscar el origen y para ello se necesitan a personas críticas, porque siempre habrá campo para investigar, en función del contexto y sabiendo que un espacio crítico debe conocer sus límites.


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