SUB SEDES

   PANEL INFORMATIVO

UNAS VACACIONES MUY ÚTILES



“Esta es mi universidad, ven mami, no te quedes en la puerta, apura que es tarde”, dice Jaime, quien oscila entre los seis y siete años. La invitada, con cierta timidez, le pide permiso al encargado de la puerta para ingresar a la Universidad Salesiana en la zona de Achachicala.
Adentro, tres centenares de niños están alineados de acuerdo a la especialidad que han elegido en las denominadas Vacaciones Útiles.
“Todos, antes de empezar con nuestra labor de esta tarde vamos a rezar un Padre Nuestro”, dice el Lic. Gerardo Ledezma dirigiéndose a niños y jóvenes entre 5 y 18 años; luego les hace algunas recomendaciones y les da las buenas tardes.
Terminaron las clases del primer semestre de la Universidad y el patio no queda vacío porque cientos de jóvenes vienen a ocupar muy bien el tiempo libre (250 en la mañana y 300 en la tarde).
En horario matinal, el Lic. Nelson López es el encargado de coordinar las tareas de al menos 15 especialidades que van desde computación a lenguaje pasando por matemáticas, química, física, oratoria, danza y gimnasia.
“Acá no hay tareas, es el tiempo bien utilizado en el que reforzamos algunas materias, optimizamos el tiempo libre y abrimos las puertas a cientos de jóvenes de la zona. Es Don Bosco siglo XXI con una educación que responde a las necesidades de los nuevos tiempos, pero con el mismo espíritu oratoriano. No te lo puedo contar, tienes que vivir este clima”, dice Nelson, mientras apura el paso para asistir a uno de sus maestros.
“Los maestros son nuestros mismos estudiantes universitarios que se sacan el tiempo y comparten con nosotros estas vacaciones. El año pasado llegamos a los 400 jóvenes; este año pasamos los 500 y la demanda es grande. El trabajo lo tenemos sistematizado son más o menos 80 maestros entre los turnos de la mañana y la tarde. Los niños vienen los de la zona, pero también de Miraflores, de Villa Victoria y del centro”, sintetiza Gerardo Ledezma quien dice que vacaciones es el tiempo del cambio de actividad y esta acción revitaliza.
Los padres de familia de los más pequeños invaden las graderías y toman un poco del sol invernal. Quisieran que las vacaciones útiles fueran de todo el año, pero saben que es un poco de miel de dos o tres semanas y dicen que cuando sus niños crezcan serán alumnos de la Salesiana.
“Estoy triste porque este es mi último año, no soy de la Salesiana, sino de la UMSA y son seis años que colaboro en estas vacaciones útiles, pero ahora me toca el internado porque soy de medicina. Estas son mis últimas vacaciones enseñando y no puedo dejar de emocionarme”, cuenta uno de los maestros ocasionales.
El Padre Rector que le da una palmadita en el hombro a Gerardo a quien le dice “dura tarea, ah… Adelante hombre” y pasea con aire de felicidad por el patio en medio del enjambre de niños y jóvenes, quienes le dan un calor especial a las jornadas en Achachicala, donde las vacaciones útiles se han institucionalizado.


SERVICIOS